Pulgas en el corazón

Pues eso, que desde este fin de semana ando con pulgas en el corazón. Será por las lluvias tardías de primavera. Esas que no esperábamos y han acabado llegando. Y con ellas, un caminar por la ciudad mojada, llena de encuentros fortuitos que a uno le tocan la maquinaria. Porque, lo que el ojo ve y el corazón desea, la cabeza lo niega; aunque ésta, haya prestado su genio para poder mirar a escondidas a una de esas islas divisadas en la ruta nocturna, sin saber si es promesa de refugio o fiero escollo lleno de arrecifes.

En fin, lo suyo es volar la imaginación, fantasear y creer que podrías llegar a decir algo estúpido para variar.



Aunque lo más seguro es que acabaras volviendo a casa pálido.



Anhelando una buena invasión británica para volverlo todo del revés y cumplir esos sueños contenidos tanto tiempo.

O que alguien venga a detener a ese infernal, salvaje y palpitante mecanismo, que en tantos líos le puede meter a uno. Pero, ¿cómo se lucha contra tal monstruo?, pues como siempre, con corazón, fe y acero. Y al final sólo puede quedar uno.

Lo dicho, pulgas en el corazón. Así que nos quedaremos quietecitos hasta ver venir lo bueno a nuestro rincón tomando café. Esperando que la última cita con ella se postergue lo máximo, que aún con todo, muchas pulgas han de pasar por el corazón.


Comentarios

Moni ha dicho que…
Siempre me he preguntado qué quiere decir Christina con "pulgas en el corazón"...

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